domingo, 18 de abril de 2010

¿Qué falta en tu colegio, dinoslo?




De nuevo os traigo deberes, prometo que esta vez, no os llamarán del “síndic de greuges” o "generalitat" diciendo que por favor no mandéis más mensajes. Se por comentarios vuestros que lo han hecho, aunque si os digo la verdad, que se fastidien. Nos dan facilidades para que expongamos nuestras inquietudes y luego dicen que ya no quieren saber más, pues que hagan algo por ayudarnos y ya no les molestaremos.



Bueno esta vez: “ 20minutos.es” quiere saber y pregunta lo siguiente: ¿Qué falta en tú colegio, dínoslo?
Yo respondería que algún que otro ladrillo, bromas aparte se trata de dar nuestra opinión de la situación de nuestros hijos en los barracones, la inseguridad que nos crea, etc. Bueno lo dejo a vuestra elección mandar vuestras ideas. Debéis escribir a zona20valencia@20minutos.es

Por cierto he inscrito el blog en la blogoteca, de 20 minutos, los ganadores obtienen el reconocimiento de la blogosfera, un premio en metálico y pueden convertirse en blogueros oficiales de la Web de 20 minutos. Por supuesto el premio sería para el AMPA, seguro que le encontraríamos un buen fin.

Salu2 a tod@s!!!!

viernes, 9 de abril de 2010

EL REFLEJO DE LA SOCIEDAD

Sé que todos los políticos no son iguales, de hecho conozco algunos que son “bellísimas personas” a nivel particular y verdaderos profesionales en su cargo. No obstante no deja uno de plantearse la cuestión: ¿Son los políticos el reflejo de la sociedad? La mayoría de la gente, hoy por hoy no quiere creer que sí, porque si no fuese así, ¿a quién le podemos echar la culpa de todo lo que esta pasando? Me refiero a todas esas preguntas que todos nos rondan por la cabeza como: ¿Qué pasa con los casos de corrupción política? ¿Por qué se permite que los niños estudien en barracones, cuando no es legal?, ¿Cuándo lograran dar con la formula dinámica de creación de empleo?, etc. Personalmente creo, que los políticos no son dioses, son gente como nosotros, que hemos escogido para representarnos. Creo que la corrupción es un reflejo de los estándares morales de la sociedad. La cultura cívica y los valores son los que tenemos en nuestro país y los que nos hemos ganado a pulso. Debemos reflexionar sobre la moralidad y empezar a dar ejemplo a nuestros hijos, para que el día de mañana esos niveles bajos de moralidad, desaparezcan o por lo menos sean cosa de una minoría.




Creo que debemos reflexionar un poco sobre como nos comportamos y lo que exigimos a nuestros políticos, os adjunto un texto de Arturo Pérez Reverte, que creo que deberías leer:





“ Paso a menudo por la carrera de San Jerónimo, caminando por la acera opuesta a las Cortes, y a veces coincido con la salida de los diputados del Congreso. Hay coches oficiales con sus conductores y escoltas, periodistas dando los últimos canutazos junto a la verja, y un tropel de individuos de ambos sexos, encorbatados ellos y peripuestas ellas, saliendo del recinto con los aires que pueden ustedes imaginar. No identifico a casi ninguno, y apenas veo los telediarios; pero al pájaro se le conoce por la cagada. Van pavoneándose graves, importantes, seguros de su papel en los destinos de España, camino del coche o del restaurante donde seguirán trazando líneas maestras de la política nacional y periférica. No pocos salen arrogantes y sobrados como estrellas de la tele, con trajes a medida, zapatos caros y maneras afectadas de nuevos ricos. Oportunistas advenedizos que cada mañana se miran al espejo para comprobar que están despiertos y celebrar su buena suerte. Diputados, nada menos. Sin tener, algunos, el bachillerato. Ni haber trabajado en su vida. Desconociendo lo que es madrugar para fichar a las nueve de la mañana, o buscar curro fuera de la protección del partido político al que se afiliaron sabiamente desde jovencitos. Sin miedo a la cola del paro. Sin escrúpulos y sin vergüenza. Y en cada ocasión, cuando me cruzo con ese desfile insultante, con ese espectáculo de prepotencia absurda, experimento un intenso desagrado; un malestar íntimo, hecho de indignación y desprecio. No es un acto reflexivo, como digo. Sólo visceral. Desprovisto de razón. Un estallido de cólera interior. Las ganas de acercarme a cualquiera de ellos y ciscarme en su puta madre.
Sé que esto es excesivo. Que siempre hay justos en Sodoma. Gente honrada. Políticos decentes cuya existencia es necesaria. No digo que no. Pero hablo hoy de sentimientos, no de razones. De impulsos. Yo no elijo cómo me siento. Cómo me salta el automático. Algo debe de ocurrir, sin embargo, cuando a un ciudadano de 57 años y en uso correcto de sus facultades mentales, con la vida resuelta, cultura adecuada, inteligencia media y conocimiento amplio y razonable del mundo, se le sube la pólvora al campanario mientras asiste al desfile de los diputados españoles saliendo de las Cortes. Cuando la náusea y la cólera son tan intensas. Eso me preocupa, por supuesto. Sigo caminando carrera de San Jerónimo abajo, y me pregunto qué está pasando. Hasta qué punto los años, la vida que llevé en otro tiempo, los libros que he leído, el panorama actual, me hacen ver las cosas de modo tan siniestro. Tan agresivo y pesimista. Por qué creo ver sólo gentuza cuando los miro, pese a saber que entre ellos hay gente perfectamente honorable. Por qué, de admirar y respetar a quienes ocuparon esos mismos escaños hace veinte o treinta años, he pasado a despreciar de este modo a sus mediocres reyezuelos sucesores. Por qué unas cuantas docenas de analfabetos irresponsables y pagados de sí mismos, sin distinción de partido ni ideología, pueden amargarme en un instante, de este modo, la tarde, el día, el país y la vida.
Quizá porque los conozco, concluyo. No uno por uno, claro, sino a la tropa. La casta general. Los he visto durante años, aquí y afuera. Estuve en los bosques de cruces de madera, en los callejones sin salida a donde llevan sus irresponsabilidades, sus corruptelas, sus ambiciones. Su incultura atroz y su falta de escrúpulos. Conozco las consecuencias. Y sé cómo lo hacen ahora, adaptándose a su tiempo y su momento. Lo sabe cualquiera que se fije. Que lea y mire. Algún día, si tengo la cabeza lo bastante fría, les detallaré a ustedes cómo se lo montan. Cómo y dónde comen y a costa de quién. Cómo se reparten las dietas, los privilegios y los coches oficiales. Cómo organizan entre ellos, en comisiones y visitas institucionales que a nadie importan una mierda, descarados e inútiles viajes turísticos que pagan los contribuyentes. Cómo se han trajinado –ahí no hay discrepancias ideológicas– el privilegio de cobrar la máxima pensión pública de jubilación tras sólo 7 años en el escaño, frente a los 35 de trabajo honrado que necesita un ciudadano común. Cómo quienes llegan a ministros tendrán, al jubilarse, sólidas pensiones compatibles con cualquier trabajo público o privado, pensiones vitalicias cuando lleguen a la edad de jubilación forzosa, e indemnizaciones mensuales del 100% de su salario al cesar en el cargo, cobradas completas y sin hacer cola en ventanillas, desde el primer día.
De cualquier modo, por hoy es suficiente. Y se acaba la página. Tenía ganas de echar la pota, eso es todo. De desahogarme dándole a la tecla, y es lo que he hecho. Otro día seré más coherente. Más razonable y objetivo. Quizás. Ahora, por lo menos, mientras camino por la carrera de San Jerónimo, algunos sabrán lo que tengo en la cabeza cuando me cruzo con ellos.
Arturo Pérez Reverte”




Os prometo que la próxima vez, escribiré algo más alegre.Aunque con la que está cayendo al final se contajia uno del pesimismo. Y eso que me considero una persona optimista, de hecho creo que nuestro hijos conseguirán el cole en el 2012, sé que muchos de vosotros os estaréis riendo ahora mismo, pero ya veréis como sí.




Por cierto estamos preparando una sorpresa, ya os contaré cuando vaya un poco más adelantada.




Salu2 a tod@s!!!!!!!

EL tiempo en Alacuás